Vicio añejo

Pacto de Impunidad

nueva edición

Corrupción perpetua

La sociedad duranguense lleva más de 30 años atestiguando y siendo víctima de un círculo vicioso transexenal llamado Pacto de Impunidad. Pacto donde el gobernador saliente, señalado por actos de corrupción, es protegido por el gobernador entrante sin importar la gravedad del daño provocado a la entidad, ni la molestia y desaprobación de la ciudadanía.

Hemos observado con impotencia como cada exgobernador se marcha impunemente con la complacencia del gobernador que se queda. Cada vez la molestia ciudadana es más grande, pero es hasta ahora que podemos, gracias a la revocación de mandato, intervenir en la vida pública de nuestro estado y hacerle llegar un mensaje de BASTA al titular de la gubernatura del estado.

En el artículo de Augusto López (9 razones porque la corrupción destruye la prosperidad humana) del Global Governance Forum, nos da una lista de razones sobre el impacto negativo que tiene la corrupción en nuestras vidas y es sorprendente como todas ellas coexisten en nuestro estado.

Quien se queda y protege al gobernador saliente no lo hace como un acto indulgente y desinteresado, lo hace porque pretende hacer lo mismo. El Pacto de Impunidad que honra el gobernador entrante solo es la cima del iceberg en el entramado de corrupción que sucede por debajo, pues éste otorga de facto un salvoconducto a colaboradores y funcionarios para ejercer toda clase de actos de corrupción donde el único límite será su imaginación: tráfico de influencias, nepotismo, desvío de recursos, moches, y un largo etcétera.

Este ciclo pernicioso solo se ha traducido en históricas y arraigadas faltas de oportunidades para todos, en un estancamiento permanente de la economía del estado y en un deplorable desarrollo de la infraestructura pública. Somos una entidad sin una perspectiva económica destacada, siempre rezagados, aunque últimamente, eso sí, aparecemos en los primeros lugares en corrupción.

hagamos la diferencia

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Nepotismo y otras perlas

Además de soportar el inmoral Pacto de Impunidad, también debemos lidiar con otras lamentables expresiones de la corrupción que se repiten sexenio tras sexenio en los gobiernos de nuestro estado. Una de ellas es el “tradicional” nepotismo donde el gobernador y su equipo cercano inundan de funcionarios cuates, familiares y por cuota, a la mayoría de las Secretarías y Dependencias de Gobierno sin importar que no sean aptos para desempeñar los cargos que ocupan. Van desde los cargos de mayor rango hasta aquellos al final del árbol jerárquico. El modelo de Servicio Profesional de Carrera es algo ausente en la mente de la clase política local.

Es válido que el nuevo gobernador busque rodearse de gente de confianza, pero cuando esas personas han probado ser malos funcionarios en administraciones anteriores y gozan además de un desprestigio alarmante, resulta incomprensible su retorno a la función pública. Estas acciones-decisiones del ejecutivo tienen un impacto negativo en la eficiencia de las Secretarías que conforman al Gobierno, haciendo imposible el avance del estado en un sin fin de pendientes, incluso se tienen retrocesos, lo que perpetúa y profundiza nuestro rezago. 

Abuso contra los ciudadanos

Replaqueo en lugar de Justicia

Todos quedamos perplejos ante la decisión, desde el Ejecutivo, de adelantar el replaqueo para solventar el desfalco que dejó la pasada administración, el mismo Esteban Villegas lo ha reconocido e incluso se ha quejado sobre tal circunstancia. Aunque todos esperábamos una oposición en el Congreso en defensa de la ciudadanía, tristemente no fue así, pues el Congreso aprobó la iniciativa para adelantar el cobro del replaqueo, en una decisión totalmente abusiva en contra de los ciudadanos, dándonos intrínsecamente el mensaje de anteponer la impunidad del gobierno anterior sobre el interés de la mayoría.

La votación en el Congreso fue de 18 votos a favor, 2 en contra y 5 abstenciones. La mayor sorpresa fue que de los 9 diputados de oposición sólo 2 votaron en contra y los otros 7 ni siquiera condicionaron su voto a cambio de justicia, que es la principal demanda ciudadana.

Esta acción ya tuvo un costo en el capital político del gobernador, pues pasó del lugar 10 en aprobación durante el mes de Octubre del 2022 al lugar 30 en Noviembre del mismo año (fuente: Mitofsky)

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Hartazgo y Organización Ciudadana

El hartazgo social es palpable, pero el gobernador Esteban Villegas no parece estar enterado, ya que vemos los mismos patrones viciados, las mismas actitudes de pretender engañar a la ciudadanía con simulaciones de justicia. Tenemos experiencia, conocemos esas estrategias recicladas donde se busca calmar el descontento social enjuiciando solo a algunos funcionarios y no a la cabeza principal. El gobernador debe entender que los tiempos han cambiado y que es imposible sostener un pacto de impunidad más. Tiene ante sí la decisión de convertirse en el primer gobernador en romper con esa funesta tradición o correr el riesgo de ser él, en un futuro, el primer exgobernador en ser sentado en el banquillo de los acusados, pues es poco probable que un próximo gobierno tenga margen para encubrirle de los “frutos” obtenidos al sostener el pacto actual. Para ese entonces los tiempos habrán cambiado aún más.

La tolerancia y hartazgo ciudadano han llegado al límite, eso es un hecho, nuestro acto de presencia lo confirma. La politización de este movimiento busca dar una salida que nos acerque a los estándares de justicia y democracia que todos los duranguenses anhelamos y merecemos. Es impostergable nuestra participación e intervención en el desarrollo de la vida pública para corregir lo que consideremos contrario a los intereses de la mayoría, como el Pacto de Impunidad y toda la corrupción que desencadena

Somos un grupo de ciudadanos sin pasado ni presente partidista, preocupados y determinados a luchar por transformar nuestra realidad. Pero no podemos solos, necesitamos la concurrencia y participación de todos quienes desaprueban la actuación del actual gobierno y coinciden en la necesidad de evaluarlo mediante el ejercicio constitucional de Revocación de mandato. Necesitamos romper los paradigmas de la apatía y la creencia de que en Durango no pasa nada. Necesitamos ser escuchados, lanzar un mensaje claro y fuerte al Poder Ejecutivo.